El Bosque de la Memoria 2013

Por segundo año consecutivo, desde la Foguera Pla del Bon Repòs-La Goteta convocamos el Concurso de Fogueres Experimentales, para elegir el monumento que plantaríamos en Junio de 2013. El 11 de Enero  se cerró el plazo de participación del Concurso, viéndose superada la cifra de participantes con respecto al año anterior, pasando de treinta y cuatro proyectos en 2012 a cuarenta y tres.

El 31 de Enero, dimos a conocer en el Salón de Actos del Instituto de Cultura Juan Gil-Albert, el fallo del jurado del II Concurso de Fogueres Experimentales.

El jurado, compuesto por Rosa María Castells, conservadora del Museo de Arte Contemporáneo de Alicante, Antonio Macià Mateu, presidente del Colegio de Arquitectos de Alicante, Juan Fuster Selva, artista plástico y director de Mustang Art Gallery, José Luis Martínez Meseguer, crítico de arte y curador de arte contemporáneo y Francisco Granja Camarasa, licenciado en Bellas Artes y constructor de hogueras, decidió otrogar el primer premio a la propuesta “EL BOSQUE DE LA MEMORIA” realizada por el arquitecto Rubén Bodewig Belmonte.

Así mismo, decidieron otorgar un accésit a los proyectos finalistas del concurso: “La Cuna de la Crisálida” de María Sempere Valdecantos, “¡Que se rompe, coño!” de Javier Ramirez Company, “Siyusun” de Luis Arredondo Alegret y “850.000″ de Berta Prieto Vidal y Penélope Tortosa Martos.

El viernes 19 de Abril, inauguramos la exposición del II Concurso de Fogueres Experimentales en el Colegio Territorial de Arquitectos de Alicante, donde se presentaron los cuarenta y tres proyectos presentados al concurso.

El montaje expositivo, realizado por el arquitecto Rubén Bodewig Belmonte, autor de la propuesta ganadora, quería ser un adelanto del monumento que la foguera Pla del Bon Repòs-La Goteta plantaría en el mes de Junio. A través de ochocientas hojas colgadas a través de dos pisos del edificio, se sugería que estábamos bajo un árbol, anticipando de esta forma las sensaciones que producirían las cientos de hojas que con deseos del público, formarían parte de la hoguera “El Bosque de la Memoria”.

En la planta baja y entre las hojas, estaban colgados los paneles de las propuestas. Colgados a ras del suelo, el público podía interactuar con ellos, levantando aquellos que mas le interesaran, a través de un sistema de cuerdas y poleas que dotaba de movimiento a toda la instalación. Junto a este entramado de cuerdas, hojas y paneles, se encuentraban las maquetas presentadas al concurso, situadas sobre unos unas plataformas realizadas con palets.

La exposición pudo visitarse hasta el  29 de Abril, en la sede del Colegio Territorial de Arquitectos de Alicante, situado en la Plaza Gabriel Miró, 2 de Alicante. Aprovechando la inauguración de la exposición, también presentamos el catálogo del concurso, en el que como el año anterior, se recogen todas las propuestas presentadas al mismo.

El 19 de Junio, comenzaron a llegar las primeras piezas de nuestro monumento al Bulevar del Pla, donde tomarían forma un día despùés durante la plantà. En los días previos, los comisionados de la hoguera ataron pinzas a los miles de hilos que colgarían de la estructura del árbol del Bosque de la Memoria, la mayoría de ellos reutilizados de la exposición previa. De esta forma, continuábamos de una manera coherente con el profundo sentido ecologista de nuestra foguera.

La foguera, diseñada por el arquitecto Rubén Bodewig Belmonte y construida por Francisco Granja Camarasa, trataba de dar visibilidad a los incendios forestales que asolan nuestros bosques durante el verano. De una manera directa se reproducía a través de la hoguera, el proceso del nacimiento de un bosque, su disfrute por parte de la sociedad y su destrucción por el fuego.

Un árbol central de seis metros de altura, realizado íntegramente con materiales naturales, daba la bienvenida al público, que lo hacía brotar a través de mas de dos mil hojas verdes que se fueron colocando en sus ramas con deseos y reflexiones de todos aquellos que visitaban el monumento.

Además, la hoguera estaba rodeada por nueve árboles calcinados, procedentes de los bosques de La Nucía y Torremanzanas que se quemaron el pasado verano, que querían poner de manifiesto, de una manera directa, los daños que causa el fuego en nuestros bosques.

Con la llegada de la noche, la hoguera cambiaba sus perfiles, ya que estaba dotada con una iluminación interna que aumentaba los valores expresivos del conjunto. El mensaje ecologista de la foguera, sus características innovadoras y experimentales, su belleza plástica y la participación del público que se acercaba hasta el monumentos, fueron valorados por el jurado, que decidió concederle el PRIMER PREMIO A LA FOGUERA MÁS INNOVADORA DE 2013.

Como todas las hogueras de la ciudad, el Bosque de la Memoria ardió en la noche del 24 de Junio y con él los más de dos mil deseos e inquietudes que el público había depositado en sus hojas. De sus cenizas nació en aquel momento, el impulso necesario para continuar con nuestro concurso y con la promoción de la experimentalidad en nuestra fiesta.